En este tratamiento se colocan, en intervalos de aprox. 1 a 2 semanas, de 4 a 12 sanguijuelas según la superficie de la articulación o la zona afectada por el dolor. Después de comer, las sanguijuelas se desprenden por sí solas, tras lo cual se coloca un vendaje flojo al paciente para permitir que durante las 12 a 24 horas siguientes se produzca el sangrado leve deseado. La reacción adversa más frecuente es un picor que se puede tratar con geles antihistamínicos o vinagre diluido con agua, raramente se producen irritaciones y, con mucha menor frecuencia, reacciones alérgicas. Las marcas de las mordeduras de las sanguijuelas pueden dejar muy pequeñas cicatrices y, por eso, si se desea una piel absolutamente intacta, hay que tener cuidado. La hiduroterapia es apta para el tratamiento de la mayoría de los procesos inflamatorios del sistema músculo-esquelético, síndromes de dolor muscular persistente, trombosis venosa superficial y otros cuadros menos frecuentes. La mayor experiencia en nuestra consulta la tenemos en el tratamiento de artrosis de rodilla, codo de tenista e inflamación de la articulación del hombro. Por lo general son suficientes dos o tres sesiones; o, raramente, algunas más en casos crónicos.
Bibliografía sobre la terapia con sanguijuelas: Dominique Kähler
Hirumed: Ihr Schweizer Spezialist für Blutegel